Es una técnica fisioterapéutica invasiva, para el tratamiento de diferentes disfunciones músculo-esqueléticas, siendo su principal aplicación, pero no la única, la disfunción del tendón.
La aplicación de la técnica se realiza introduciendo una aguja bipolar o monopolar de uso sanitario sobre el tejido músculo-esquelético en disfunción, que, conectado a un dispositivo sanitario de electromedicina, se aplica una corriente galvánica de baja intensidad con un objetivo terapéutico.
La aplicación de la corriente, pone en marcha diferentes procesos que ayudan a la recuperación del tejido afectado y provoca una inflamación controlada, necesaria para la recuperación. Las corrientes de baja intensidad sólo producen un ligero picor en el paciente. En 48 horas se recupera la movilidad y se reduce el dolor generado por la lesión.
Para maximizar la seguridad y efectividad del tratamiento, la aplicación de la técnica se realiza de forma ecoguiada.
Después del tratamiento, es posible que sientas un poco de dolor o inflamación en la zona tratada.Es importante descansar y evitar el ejercicio vigoroso durante las primeras horas después del tratamiento y no realizar ejercicio físico en las primeras 48 hrs, posterior a ello se sugiere iniciar un protocolo de carga de ejercicio por 12 semanas.